De acuerdo con la Associated Press, dos años y medio después de la guerra civil en Siria, el estado una vez altamente centralizado autoritario se ha dividido efectivamente en tres partes bien diferenciadas, cada una con sus propias banderas, los organismos de seguridad y el sistema judicial. El régimen del presidente Bashar Al Assad mantiene el control de un corredor que corre de norte a sur a lo largo de la costa mediterránea, mientras que una gran parte del interior de Siria y el sudoeste permanecen en manos de los rebeldes, y los kurdos sirios controlan el noreste. Las líneas divisorias siguen siendo muy fluida, ya que las fuerzas del régimen y los rebeldes han negociado avances y ataques desde hace meses.Aunque la ayuda externa a los dos rebeldes y las fuerzas de Assad va en aumento, y los esfuerzos diplomáticos por la paz no paran, la ONU estima ahora que más de 100.000 sirios han muerto en el conflicto, y millones más vieron obligados a huir a países vecinos.