WMAP.
El astrofísico David Spergel es el principal investigador teórico del telescopio espacial WMAP, de la NASA que ha proporcionado, a lo largo de la última década, los datos más relevantes sobre el origen del Universo.
Las mediciones realizadas por la sonda WMAP de la NASA nos han proporcionado los datos más valiosos sobre el origen y evolución del Universo de los últimos años. Sus mediciones han servido para determinar con alta precisión la edad del universo -13.700 millones de años- y para conocer su composición. El astrofísico de la Universidad de Princeton, David Spergel, es el principal investigador teórico al frente de este proyecto cuyos resultados son los más citados en física y astronomía. A pesar de todo, Spergel insiste en que aún no sabemos explicar el origen del Universo.
La sonda WMAP de la NASA ha permitido componer por ordenador la foto más detallada que se ha obtenido hasta ahora del universo primitivo, cuando “sólo” tenía 380.000 años de antigüedad; es decir: cuando tan apenas era “bebé”, si lo comparamos con los 13.700 millones de años que tiene actualmente. Los datos que ha suministrado WMAP nos han permitido comprender un poco mejor cómo se ha formado el universo a partir del big bang; sobre todo en lo que se refiere a las grandes estructuras como las estrellas o las galaxias. Sin embargo, como sucede casi siempre en ciencia, junto a las respuestas que proporcionan los nuevos conocimientos aparecen, concomitantemente, nuevos interrogantes. Así, los datos obtenidos por WMAP confirman la importancia que tienen la materia oscura y la energía oscura en la configuración del universo tal como lo conocemos hoy; aunque, lamentablemente, WMAP no nos ha podido desvelar nada acerca de la naturaleza de ambas entidades, que son los dos grandes enigmas a los que se enfrenta la cosmología actual. Dos retos fascinantes que tienen en jaque a la cosmología y que están absorbiendo los esfuerzos más notorios de físicos teóricos y astrónomos.
Pese a este déficit de información sobre la energía y la materia oscuras, las aportaciones de la sonda WMAP son muy importantes. Al analizar sus datos, los científicos no han podido dejar de sorprenderse. Tanto los cosmólogos como los astrofísicos coinciden en reconocer que nuestros conocimientos acerca de los orígenes y la evolución del universo, el nacimiento de las primeras estrellas y la formación de las primeras galaxias deberán ser revisados a la luz de los nuevos datos.
Hasta hace poco los cosmólogos creían que las primeras estrellas se habían formado casi mil millones de años después del big bang; que la materia oscura no había jugado un papel relevante en la formación de dichos astros; que el universo tenía una antigüedad comprendida entre los 10 y los 20 mil millones de años, y que su expansión se venía decelerando por la acción de la gravedad. Estos eran los elementos básicos de nuestra visión del cosmos hasta principios de los noventa. Durante esa década, numerosas anomalías en este paradigma hacía sospechar que las cosas no podían ser exactamente así. Los datos proporcionados por WMAP confirman estas sospechas y nos obligan a revisar nuestros conocimientos acerca de estos temas.
El satélite MAP (Microwave Anisotropy Probe o sonda de anisotropías de microondas) fue lanzado al espacio el 30 de junio de 2001. Más tarde fue rebautizado con el nombre: WMAP en honor a la memoria de David Wilkinson, cosmólogo de la NASA y uno de los primeros directores del proyecto hasta su fallecimiento en septiembre de 2002. La sonda tardó tres meses en alcanzar su órbita, situada a 1’5 millones de kilómetros de la Tierra. En cada revolución hace una exploración completa del firmamento cada seis meses.
El astrofísico David Spergel es el principal investigador teórico del telescopio espacial WMAP, de la NASA que ha proporcionado, a lo largo de la última década, los datos más relevantes sobre el origen del Universo.
Las mediciones realizadas por la sonda WMAP de la NASA nos han proporcionado los datos más valiosos sobre el origen y evolución del Universo de los últimos años. Sus mediciones han servido para determinar con alta precisión la edad del universo -13.700 millones de años- y para conocer su composición. El astrofísico de la Universidad de Princeton, David Spergel, es el principal investigador teórico al frente de este proyecto cuyos resultados son los más citados en física y astronomía. A pesar de todo, Spergel insiste en que aún no sabemos explicar el origen del Universo.
Pregunta. Entonces, muchas de las cosas que creíamos saber sobre el Universo estaban mal...
Respuesta: Cuando yo estaba en la escuela había nueve planetas en el Sistema Solar y ahora sabemos que son ocho y que hay miles de planetas fuera. En Cosmología, cuando yo era un niño pensábamos que el Universo estaba compuesto de átomos. Ahora sabemos que los átomos componen solo el 5% del Universo. Copérnico nos enseñó que la Tierra no era el centro del Universo y ahora hemos descubierto que incluso los átomos de los que estamos hechos no son lo más importante y que no somos más que una pequeña parte del Universo. Lo que nos enseñaron estaba mal. Pero la idea de que no sabemos de qué está hecho el 95% del Universo es apasionante.
P. ¿Y el Universo es plano?
R. Cuando decimos que es plano estamos hablando de que es tridimensional. Puede ser plano como una hoja de papel o curvo como un globo. Las dos cosas son verdad en tres dimensiones, puede ser plano o puede estar curvado porque si la esfera crece cada punto se aleja. Es una imagen simplificada.
P. ¿Cómo describiría la famosa fotografía del Universo bebé?
R. Lo que vemos son pequeñas variaciones de temperatura de cientos de miles de partículas. Estos cambios reflejan variaciones en la densidad del Universo. Cuando vemos un pequeño punto caliente podría ser una región más densa que podría colapsar para formar galaxias o grupos de galaxias, estamos viendo las semillas de lo que luego serán galaxias y todas las demás estructuras. Es el Universo primitivo.
P. Esa imagen no es del Big Bang sino de 380.000 años después, ¿por qué no podemos ver más allá?
R. El Universo tiene 13.700 millones de años y esta imagen está tomada en 380.000 años. Cuando nosotros vemos Andrómeda, con un telescopio, lo ves como era hace un millón de años, el telescopio Hubble nos muestra cómo era hace 10.000 millones de años, cuando vemos el fondo de microondas estamos hablando de 10.700 millones de años. El universo empezó muy caliente y denso y se fue expandiendo y se fue enfriando. Durante los primeros 380.000 años era caliente y estaba lleno de electrones y protones, era una enorme niebla de electrones y protones. 380.000 años después se combinaron y el Universo se hizo trasparente. A partir de ahí no se puede ver más atrás porque el Universo era como una niebla.
P. Pero, ¿no emitía radiación de microondas?
R. Había radiación, pero no la podíamos ver. Es como un día de niebla. Miras arriba y puedes ver a través del aire hasta la nube, pero no puedes ver detrás de esta nube. Sabes que la luz viene de detrás pero no ves más allá.
P. ¿Cómo conocemos la edad del Universo?
R. Esta información la sabemos porque vemos ese patrón de puntos calientes determinados por cuán lejos ha llegado esa onda en 380.000 años. Es como si coges una regla y por geometría euclidiana mides esa distancia y ese ángulo, con lo que puedes calcular que la luz ha viajado desde 13.700 millones de años.
P. WMAP pronto estará obsoleto, ¿cuál es la misión del telescopio Planck?
R. El telescopio Planck va a ver el mismo fondo de microondas pero con más precisión y mayor sensibilidad. Planck será diez veces más sensible que WMAP y tendrá el doble de resolución, con lo que nos dará diez veces más información sobre estas fluctuaciones. Lo que queremos saber es si los datos de WMAP coinciden con los de Planck. Lo que sería aún más apasionante es que Planck nos trajera sorpresas si vemos que la imagen no está completa.
P. Podemos resumir entonces que el Universo es muy simple pero muy raro.
R. Absolutamente sí.
P. Cosmológicamente, ¿cómo terminará todo? Con permiso de las profecías apocalípticas...
R. Creo que sobreviviremos a 2012 (risas). Hay un verso de Walt Whitman que me gusta: "unos dicen que el mundo acabará en llamas y otros en hielo". Me ha ayudado a comprender las dos posibilidades, o bien la expansión del Universo llega al tamaño máximo y luego se contrae, como la reversión del Big Bang, o se expande para siempre y se hace cada vez más frío y menos denso. Y los datos apuntan a esta última posibilidad. Dentro de unos miles de año el Sol morirá, y en millones de años todas las estrellas que hay en el cielo habrán muerto.
fuente:LaInformacion
fuente:LaInformacion