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martes, 4 de febrero de 2014

Oficina en Madrid permite a los empleados que sientan que están trabajando en el bosque.


Esta oficina diseñada por los arquitectos españoles José Selgas y Lucía Cano, permite que sus trabajadores se sientan como si estuvieran trabajando en medio de un pintoresco bosque Español.
La mitad de la oficina, que los dos arquitectos diseñadas para su empresa de arquitectura Selgascano, se clavaron en el suelo en un bosque a las afueras de Madrid. Esto asegura que las estancias de oficina frescas incluso en los veranos españoles calientes.
Una ventana larga que se curva hasta el techo corre a lo largo de la longitud de la oficina y elimina la necesidad de iluminación artificial durante el día. Esta ventana también está unido a un mecanismo de bisagra y una polea que le permite abrir y mantener el edificio ventilado. La otra mitad del edificio cuenta con una pared de fibra de vidrio aislante que ayuda a los trabajadores de la oficina a evitar la luz solar directa.
Este pequeño estudio español ha obtenido un reconocimiento internacional fulgurante desde que proyectaran y construyeran el Palacio de Congresos de Badajoz en 2006. Realizan una arquitectura de espacios simples y de vibrante colorido. Su proceso formativo ha sido bastante intenso graduándose ambos por la Escuela de de Arquitectura de Madrid en 1992. José Selgas obtendría posteriormente la beca del Prix de Roma en 1998, habiendo trabajado también en Nápoles con Francesco Venezia. Lucía Cano es hija del conocido arquitecto madrileño Julio Cano Lasso, en cuyo estudio trabajaría hasta 2003. Desde entonces han generado un estudio propio que ha realizado unas cuantas obras de interés y popularidad reconocida.
Segas y Cano construyeron hace cinco años este pequeño espacio de oficinas para albergar su propia empresa de diseño. Es un pequeño volumen rectangular muy alargado que se entierra en el terreno. Solo hay espacio para una hilera de mesas perpendiculares a la pared junto a una estantería adosada para libros, un pasillo longitudinal y otra estantería que sigue el recorrido de la otra pared. La construcción es muy simple un vaso de hormigón enterrado en el terreno sobre el que se coloca un cerramiento ligero. La cubierta se divide en dos partes una cerrada al sur conformada por un sándwich de tres capas, en fibras de poliéster, vidrio y aislante, que protege del soleamiento directo. Y otra, transparente, que cubre al norte de plancha curvada de plexiglás permitiendo así ofrecer una iluminación completa del espacio de trabajo. Todo ello mantenido por una simple estructura metálica curvada que da origen a la característica sección de esquinas redondeadas.
Piso hundido del edificio de oficinas, junto con la ventana grande y poco común, significa que los empleados se sientan en sus pupitres tienen una visión a nivel de los ojos del suelo del bosque. Esto, combinado con la vista de la selva en un lado y el cielo arriba, hacer que parezca que la oficina debe ser un lugar bastante tranquilo para trabajar.Imagine trabajar todos los días en un edificio sostenible, rodeado por un hermoso bosque!









Fuentes: arquiscopio, archdaily.