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miércoles, 9 de abril de 2014
Las obras de arte más antiguas del mundo, de al menos 40.800 años de edad.
Las obras de arte más antiguas del mundo, de al menos 40.800 años de edad, fueron descubiertas en la Cueva de El Castillo, literalmente, "la cueva de los castillos", cerca de la localidad de Puente Viesgo, a unos 30 kilómetros al sur de Santander, en Cantabria, en el lo que hoy es España. La cueva y su obra fue descubierta hace más de un siglo, pero las pinturas no pueden ser fechados adecuadamente utilizando métodos tradicionales, como la datación por radiocarbono, debido a la ausencia de pigmento orgánico. Hace un par de años, un equipo de arqueólogos, usando la tecnica de la desintegración radiactiva del uranio, con la fina capa de formaciones de calcita que se desarrollaron en la parte superior, llegaron a la cifra asombrosa de 40.800 años, lo que es el primer ejemplo conocido del arte prehistórico.
Las cuevas de El Castillo contienen más de 100 imágenes diferentes pintadas con carbón y ocre rojo en las paredes y los techos de varias cámaras. Hay fotos y contornos de animales y figuras en forma de maza, pero la mayoría son plantillas simples de la mano y los discos rojos creados mediante la colocación de las manos sobre la superficie
La cueva fue descubierta en el año 1903 por H. Alcalde del Río, uno de los pioneros en el estudio de las primeras manifestaciones rupestres de Cantabria. La excavación la comenzaron H. Obermaier y P. Werhet de 1910 hasta 1914. Fe financiada por el príncipe Alberto I de Mónaco. Antaño la entrada de la cueva era de menor tamaño que en la actualidad, ya que fue ampliada con las primeras excavaciones arqueológicas del vestíbulo. Las evidencias recogidas en el nivel 18 del yacimiento arqueológico parecen demostrar la convivencia de ambos Homo hace unos 30.000 años, milenios antes de las primeras pinturas de la propia cueva y de Altamira.
A través de la citada entrada se accede a las diferentes salas en las que se ha encontrado una larguísima secuencia, desde el Paleolítico Inferior hasta la Edad del Bronce, con una estratigrafía que abarcaría nada menos que 120.000 años. En ella se han encontrado más de 150 figuras que ya están catalogadas, entre las que destacan los grabados de varias ciervas con acabados rayados a modo de sombreado.