El navío Nuestra Señora de las Mercedes fue una fragata perteneciente a la Armada española, que fue botada en el puerto de La Habana en 1786 y que formaba parte del convoy que cubría la ruta comercial entre las colonias de América y España, amenazada frecuentemente por navíos del Reino Unido.
El 5 de octubre de 1804, y pese a que eran tiempos de paz entre las dos naciones, se produce la Batalla del Cabo de Santa María, que tendrá como consecuencia el hundimiento de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes, capitaneada por el comandante José Manuel de Goicoa y Labart, y en ese momento acompañada por los navíos Medea, Fama y Santa Clara, flota al mando del brigadier y político español José de Bustamante y Guerra (1759-1825), debido al enfrentamiento con los navíos de la Armada británica mandados por el comodoro del HMS Infatigable, y además Vicealmirante de la Marina Británica, Graham Moore (Glasgow,1764-1843), en el HMS Indefatigable, concretamente contra una flotilla formada por cuatro fragatas, siendo el HMS Amphion, con 250 tripulantes a bordo y al mando de Samuel Sutton, el que provocó el hundimiento de la fragata española. La Nuestra Señora de las Mercedes había partido de Montevideo el 9 de agosto de 1804, aunque provenía inicialmente del puerto del Callao en Lima, Perú, e iba cargada con oro, plata, telas de vicuña, quina y canela.
En el naufragio de la fragata fallecieron 249 marineros; los 51 supervivientes fueron hechos prisioneros y trasladados al Reino Unido, entre ellos el teniente de navío Pedro Afán de Rivera.
Este hecho tuvo como consecuencia el final del acuerdo de paz de Inglaterra y España, y fue el preludio de la Batalla de Trafalgar.
Los arqueólogos submarinos de la empresa "caza-tesoros" estadounidense Odyssey Marine Exploration descubrieron el mes de mayo de 2007, en la zona del golfo de Cádiz, el pecio de la fragata, cuyas 500 000 monedas de plata y oro (reales de a ocho y escudos, todos ellos de la época de Carlos IV y acuñados en Lima, Perú en 1803) y demás objetos fueron extraídos y llevados a los Estados Unidos, donde comenzó un litigio entre España y la empresa norteamericana por los derechos del hallazgo.
El pasado 29 de mayo se inauguró en ARQUA, el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, en Cartagena (Murcia), la nueva exposición permanente La navegación oceánica, que muestra por primera vez al público las colecciones recuperadas del expolio de la fragata española Nuestra Señora de las Mercedes, hundida en 1804 mediante un cañonazo disparado por la Armada británica a la altura de la costa del Algarve (Portugal). En la explosión fallecieron 249 marineros y se hundieron los caudales procedentes de las cecas americanas (cerca de 900.000 pesos), además de 961 lingotes de cobre, 1.139 lingotes de estaño, 20 sacas de lana de vicuña, cacao en rama, pieles de animales y plantas medicinales, así como objetos de la tripulación. En 2007, Odyssey, la empresa norteamericana de buscadores de tesoros, expolió el pecio español y transportó un cargamento de monedas a los Estados Unidos. Cinco años después, el Estado español recuperó el tesoro tras una dura batalla legal.
Se recuperaron casi 600.000 monedas
La muestra exhibe monedas y colecciones recuperadas del barco, antes y después de su restauración, así como otros bienes procedentes de las colecciones de otros museos estatales. Del conjunto de monedas que se ha recuperado, alrededor de 580.000, la mayoría son piezas de plata de ocho reales, acuñadas en 1803 en la ceca de Lima. Sólo se han conservado 211 escudos de oro. También se han hallado monedas acuñadas en otras cecas como la de Potosí, Santiago de Chile, México o Popayán. Entre los objetos personales de la tripulación se encuentran algunos cubiertos, joyas o partes de instrumentos de navegación. Una serie de videos y recursos interactivos ayudan a entender el contexto histórico de la fragata, desde su partida del puerto de Ferrol hasta su hundimiento.