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lunes, 13 de abril de 2015

La Espada de Damocles.



La frase "la espada de Damocles" se utiliza cuando una persona está amenazada de un peligro inminente.tiene origen en una historia de la Mitología griega. 

Había una vez un rey de Siracusa, llamado Dionisio, Siracusa era una ciudad muy rica en Sicilia, había muchos objetos costosos, él era atendido por sus criados que estan pendiente de todos sus deseos.
Como tenía tanta riqueza Dionisio, muchos lo envidiaban, y también por su gran poder. 
Uno de esos envidiosos, era Damocles, quien era uno de los mejores amigos de Dionisio el Rey, pero igual lo envidiaba.

Siempre le decía que era muy afortunado al poseer todo eso y le decía que seguramente era el hombre más feliz del mundo.
Un día se cansó de tantas palabras de Damocles y le propuso, cambiar de lugar, o sea que Damocles fuera Rey para gozar de tanta riqueza y poder. Se lo propuso hacer por un día.

Damocles, estaba muy feliz con esa idea y aceptó.
Al día siguiente, Damocles fue conducido al Palacio de Dionisio, y fue tratado como un rey, lo vistieron como un rey, los criados le daban todo, bebía exquisitos vinos, comía exquisitas comidas, y se consideró el hombre más feliz del mundo.

En un momento en que estaba disfrutando de una cena en el Palacio junto a Dionisio, al llevar una copa de vino a su boca, elevó los ojos hacia el techo y vio algo que colgaba del techo,era un objeto filoso que casi le tocaba la cabeza, y le preguntó a Dionisio "Qué es esto que cuelga del techo?"

Damocles se quedó paralizado de terror, se le borró la sonrisa de su boca, no deseaba comer más, porque lo que pendía del techo y casi tocaba su cabeza, era una gran espada, sujeta al techo por un pelo de caballo.
Deseaba salir corriendo, pero tenía mucho miedo que cualquier movimiento que hiciera hiciera que esa espada lo lastimara.

Entonces Dionisio, le dijo "Qué te sucede amigo mío?" y Damocles dijo "Esa Espada! no la ves?"

Y Dionisio le dijo, "Claro que la veo, todos los días de mi vida, siempre está sobre mi cabeza y siempre corro el riesgo de que ese fino hilo se corte. Alguno de mis asesores puede traicionarme, o asesinarme, o alguien puede propagar mentiras sobre mí, poner al pueblo en contra mío. O puedo tomar una decisión imprudente que provoque mi caída.
Si quieres ser Monarca, debes estar dispuesto a aceptar estos riesgos, forman parte del poder.

Damocles, se dio cuenta de que estaba equivocado, y que tenía mucho que pensar además de las riquezas y el poder y la fama. Y pidió regresar a su casa. Mientras vivió Damocles jamás quiso volver a ocupar el lugar de Monarca.

Esta es una historia que indica que a veces los beneficios también traen responsabilidades y muy grandes.