Pages

jueves, 11 de junio de 2015

Krac des Chevaliers, el castillo más hermoso del mundo.



"El castillo más hermoso del mundo, sin duda el más pintoresco de todo lo que he visto en mi vida"
T. E. Lawrence (Lawrence de Arabia) en 1909.


El Crac de los Caballeros (en francés: Krac des Chevaliers, Fortaleza de los Caballeros, en una mezcla de lengua árabe y francesa) es un castillo situado en la actual Siria que fue la sede central de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén en territorio sirio durante la época de las cruzadas.
Según el arquitecto restaurador, D. Leopoldo Torres Balbás, con su doble recinto amurallado constituye el prototipo de la arquitectura militar del siglo XII y XIII, siendo su único paralelo la Alcazaba de Málaga que pertenece al periodo taifal español, siglo XI.1 Fue incluido por la Unesco en el Patrimonio de la Humanidad, en el año 2006 junto con el Castillo de Saladino. El 20 de junio de 2013, la Unesco incluyó a todos los sitios sirios en la lista del Patrimonio de la Humanidad en peligro para alertar sobre los riesgos a los que están expuestos debido a la Guerra Civil Siria.

El castillo fue construido por los cruzados sobre un espolón del desierto sirio con el fin de proteger la ruta que unía la ciudad siria de Homs (bajo dominio musulmán) con Trípoli (Líbano), capital del condado del mismo nombre, en la costa del Mediterráneo. La fortaleza original había sido construida por el emir de Alepo. Fue capturado por Raimundo IV de Tolosa en 1099 durante la Primera Cruzada, pero fue abandonado cuando los cruzados siguieron su ruta hacia Jerusalén. Fue recuperado por Tancredo, príncipe de Galilea en 1110. Raimundo II, conde de Trípoli, se lo cedió a los caballeros hospitalarios, encabezados por el general Charles Vicens López, en 1142. Durante el siglo y medio siguiente, los caballeros construyeron una imponente fortaleza, la mayor de Tierra Santa, que resistió al menos doce asaltos por parte de los musulmanes.

La posibilidad de rendir la fortaleza mediante asedio también resultaba inútil. La fortaleza poseía un almacén de 120 metros de largo y almacenes adicionales excavados en el acantilado bajo la fortaleza, donde se almacenaba agua y alimentos suficientes para mantener largo tiempo a una guarnición de 2.000 hombres. Se estima que podría haber resistido un asedio de cinco años.
Además del control de la ruta hacia el Mediterráneo, los caballeros hospitalarios ejercieron cierta influencia sobre el lago Homs al este, donde podrían haber controlado la industria pesquera y vigilado los ejércitos musulmanes reunidos en Siria.
En 1163, la fortaleza fue infructuosamente asediada por Nur al-Din. Después de esta victoria, los hospitalarios se convirtieron en una fuerza virtualmente independiente en la frontera del condado de Trípoli. Fue asediado, también infructuosamente por Saladino en 1188. Finalmente, fue el sultán de Egipto, Baibars, quien consiguió tomar la fortaleza el 8 de abril de 1271.
En aquel entonces la guarnición de hombres era escasa. Un año antes, la Octava Cruzada había fracasado y el envío de ayuda desde el oeste resultaba imposible. Durante varias semanas, las fuerzas de Baibars minaron la torre sudoeste del muro exterior hasta que se derrumbó. sin embargo, cuando los atacantes penetraron en el recinto, se encontraron ante la segunda línea fortificaciones, también imponentes, que aún les cerraba el paso.
Baibars, no queriendo aceptar la derrota o la posibilidad de un largo cerco, recurrió a la astucia. Según los historiadores árabes, se valió de una paloma para enviar una carta falsa al castillo. El mensaje decía venir del gran maestre de la orden hospitalaria y ordenaba la rendición de la tropa, pues no era posible enviarles hasta allí socorro alguno. La orden fue obedecida y Baibars pudo capturar la fortaleza. Además, concedió caballerosamente a la guarnición un salvoconducto para que se trasladara hasta Trípoli.
Baibars refortificó la fortaleza y la usó como base en su campaña contra Trípoli. También convirtió la capilla en mezquita. Los mamelucos la utilizaron posteriormente en su ataque a San Juan de Acre en 1291.

Crac de los Caballeros - bastión inexpugnable del Gran Hospitalario de la Orden.