Cada vez que los padres se encuentran con amigos o reciben una llamada, los hijos empieza a interrumpir de forma cada vez más insistente e impertinente, con el objetivo de llamar su atención. A veces, los padres se ponen nerviosos y gritan; otras veces, les siguen el juego: en ambos casos, tienen que acabar renunciando a la conversación. Probablemente muchos padres conocen la situación y no saben que hacer.
Esta técnica, se la vi a un amigo, y le permitirá a usted de una vez por todas a resolver este problema.
Estábamos sentamos en su casa y hablabamos cuando su hijo de tres años se acercó y quiso decir algo. Pero en lugar de interrumpir la conversación, él sólo puso su mano en su muñeca y esperó. En respuesta, sin interrumpir la conversación, mi amigo puso su mano en la parte superior de la mano de su hijo.
Después de terminar la frase, se volvió hacia el niño. Yo estaba muy emocionado! Tan fácil y tan suave. Su hijo tuvo que esperar unos segundos hasta que terminó la frase, después de lo cual le dio toda su atención a él.
De inmediato decidí usar esta técnica en mi familia. Explicamos a los niños que si quieren decir algo, pero alguien estaba hablando, sólo hay que poner la mano en nuestra muñeca y esperar. Tardó muy poco tiempo, y los niños ya no interrumpen las conversaciones.
Y lo más importante - no necesitan todas las frases groseras como "No interrumpa!", "No se meta en la conversación!" O "¡Cállate!". Sólo un toque de luz es todo.
Estábamos sentamos en su casa y hablabamos cuando su hijo de tres años se acercó y quiso decir algo. Pero en lugar de interrumpir la conversación, él sólo puso su mano en su muñeca y esperó. En respuesta, sin interrumpir la conversación, mi amigo puso su mano en la parte superior de la mano de su hijo.
Después de terminar la frase, se volvió hacia el niño. Yo estaba muy emocionado! Tan fácil y tan suave. Su hijo tuvo que esperar unos segundos hasta que terminó la frase, después de lo cual le dio toda su atención a él.
De inmediato decidí usar esta técnica en mi familia. Explicamos a los niños que si quieren decir algo, pero alguien estaba hablando, sólo hay que poner la mano en nuestra muñeca y esperar. Tardó muy poco tiempo, y los niños ya no interrumpen las conversaciones.
Y lo más importante - no necesitan todas las frases groseras como "No interrumpa!", "No se meta en la conversación!" O "¡Cállate!". Sólo un toque de luz es todo.