miércoles, 9 de diciembre de 2015

Un encuentro casual 25 años después.


Lynn Bartos, de 66 años, dice que a su edad, a menudo te pregunras si realmente has hecho alguna diferencia en la vida de alguien más. Por los últimos 44 años, Lynn ha trabajado como enfermera. *
A lo largo de los años, ella ha visto innumerables pacientes ir y venir - pero nunca se habría podido imaginar que su relación con una de sus pacientes terminaría siendo tan increíble.
Nicole, de 30 años, pasó mucho de su infancia en los 80s encerrada en el hospital. Ella nació con problemas intestinales y por los primeros años de su vida, ella debió recibir su nutrición via intravenosa.
Lynn Bartos era la enfermera principal de Nicole por muchos años en el Hospital de Niños de Wisconsin.
Lynn y Nicole compartían un vínculo especial. Cuando Nicole tenía dos años, ella y Lynn incluso aparecieron en un artículo en 1988 en la revista Enfermera de los Niños.
Con el tiempo, la salud de Nicole comenzó a mejorar. Ella ya comía sólidos, había ganado peso y ya no tuvo que ir tanto al hospital.
En los 90s, Lynn tomó un nuevo trabajo en otro hospital. Era poco probable que volviera a ver a Nicole (o 'Nini' como ella le llamaba) - pero ella nunca la olvidó.
Por los últimos 2 años, Nicole ha estado registrada como enfermera en la Universidad Médica de Wisconsin.
El pasado verano, algo increíble sucedió en la clínica donde Nicole trabaja.
Cada dos semanas, una mujer mayor recibe sus medicamentos para aliviar sus síntomas de artritis. Ella y Nicole se pusieron a hablar y la mujer le dijo que ella también era enfermera - pero ella había trabajado en el Hospital de Niños de Wisconsin. Las cosas comenzaron a andar y una idea llegó.

"Nini?" preguntó Lynn. "Oh Dios mío, si," respondió Nicole.

Increíble. La pequeña niña a la que Lynn una vez cuidó por tanto tiempo, ahora es la misma mujer cuidándola a ella a sus 66 años.


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