La Guerra de los chimpancés de Gombe (también conocida como la "Guerra de Cuatro Años" de Gombe), que duró desde 1974 hasta 1978, fue un conflicto violento entre dos comunidades de chimpancés en el Parque Nacional de Gombe Stream, en Tanzania.
Los grupos beligerantes fueron el Kasakela y el Kahama, que ocupaban los territorios de las zonas norte y sur del parque respectivamente. Los dos habían constituido anteriormente una sola manada, pero en 1974 la investigadora Jane Goodall, que había estado observando a la comunidad, anotó que los chimpancés se dividieron en dos subgrupos, el del norte y el del sur. Análisis posteriores, asistidos por ordenador, de las notas de Goodall revelan que la brecha social entre los dos grupos se empezó a manifestar ya en 1971. El grupo Kahama, en el sur, estaba integrado por seis varones adultos (entre ellos los chimpancés conocidos por Goodall como "Hugh","Charlie", y "Goliath"), tres hembras adultas y sus crías y un macho adolescente (conocido como "Sniff"). El grupo Kasakela, más grande, comprendía doce hembras adultas y sus crías y ocho machos adultos. El primer brote de violencia se produjo el 7 de enero de 1974, cuando un grupo de seis adultos Kasakela machos atacaron y asesinaron a "Godi", un joven varón Kahama que había estado comiendo en un árbol. Esta fue la primera vez que se observó a chimpancés matar deliberadamente a otro chimpancé. Durante los próximos cuatro años, los seis miembros varones adultos Kahama fueron asesinados por los Kasakela. De las hembras Kahama una fue asesinada, dos desaparecieron y de las crías tres fueron golpeadas, violadas y secuestradas por los Kasakela. Los Kasakela se apropiaron entonces del territorio de los Kahama. Estas ganancias territoriales no fueron permanentes, sin embargo. Con los Kahama desaparecidos, el territorio de los Kasakela fue atacado por otra comunidad chimpancé, llamada Kalande. Intimidados por los Kalande, superiores en número y fuerza, los Kasakela cedieron rápidamente gran parte de su nuevo territorio, después de algunas escaramuzas violentas a lo largo de la frontera que los separaba. El estallido de la guerra inquietó mucho a Goodall, que había considerado que, aunque los chimpancés eran, en cierto modo, “parecidos a humanos”, su comportamiento recíproco era 'más civilizado'. Junto con la observación en 1975 de un caso de infanticidio caníbal por parte de una hembra de alto rango en la comunidad de simios, la violencia de la guerra de Gombe reveló por primera vez a Goodall el "lado oscuro" de la conducta de estos animales. Goodall quedó profundamente perturbada por esta revelación; en su libro de memorias “Through a Window: My Thirty Years with the Chimpanzees of Gombe” escribió: “Durante varios años he luchado para aceptar este nuevo conocimiento. A menudo, cuando me despertaba por la noche, terribles imágenes surgían espontáneamente a mi mente: veía a Satan [uno de los simios] ahuecando la mano por debajo de la barbilla de Sniff para beber la sangre que brotaba de una gran herida en su rostro; el viejo Rodolf, por lo general tan benigno, de pie, en posición vertical, para lanzar una piedra de cuatro libras contra el cuerpo postrado de Godi; Jomeo arrancando una tira de piel del muslo de Dé; Figan arremetiendo y golpeando una y otra vez el cuerpo herido y tembloroso de Goliath, uno de sus amigos de la infancia... Cuando Goodall informó sobre lo acaecido durante la Guerra de Gombe su relato de una guerra natural entre chimpancés apenas si fue creído. En ese momento los modelos científicos de las conductas animal y humana prácticamente nunca se comparaban. Algunos científicos la acusaron de antropomorfismo excesivo; otros sugirieron que su presencia y su costumbre de alimentar los chimpancés habían creado conflictos violentos en una sociedad naturalmente pacífica. Sin embargo más tarde investigaciones utilizando métodos menos intrusivos confirmaron que las sociedades de chimpancés en estado natural pueden y tienen que ir a la guerra.