En Sudáfrica, el pastor Letebo Rabolago, que se hace llamar "profeta de la destrucción", dice que ha encontrado la panacea, que con la ayuda de Dios, sana a las personas con el VIH y cáncer. Este es repelente de insectos. Se rocía con insecticida las áreas problemáticas, haciendo que algunos de ellos se sintan gravemente enfermo. Los feligreses con malas piernas tuvieron más suerte, por supuesto.