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jueves, 19 de enero de 2017

Yoga de la Cerveza está ganando popularidad.


No, su vista no esta fallando, has leído bien. Se puso en marcha desde el famoso festival Burning Man, la yoga de la cerveza que floreció en Alemania y Austria - en los países donde la cerveza vale la pena incluso con el fin de alcanzar la iluminación espiritual. 
La instructora de Yoga profesional, Jula, se ha dado cuenta cuando estuvo en el festival de Nevada, que esos hippies que estaban tratando de hacer el ejercicio habitual y que no quieren interrumpir la diversión, crearon la marca BierYoga. Según su concepción, el hedonismo de la cerveza, junto con la concentración que da el yoga, se pueden complementar perfectamente entre sí y dar, si no es iluminación, al menos una gran descanso después de la semana de trabajo.
Recientemente Yoga de la cerveza cruzó los mares y océanos y aterrizó en Australia.




Probablemente, la gente de repente se dieron cuenta de que la cerveza le ayudará a superar la timidez frente a las clases de grupo o la desconfianza de las prácticas orientales.



En la sesión de Berlín de estudio hora cuesta 5 euros.



Dos botellas de cerveza o cerveza con limonada (una mezcla de cerveza o la limonada con jengibre) costarán otros 6 euros.




Nos gustó la idea, sobre todo como una opción de pasatiempo en la noche del viernes. Pues bien, ¿qué podría ser mejor que una botella de cerveza fría en la noche y hacer yoga?