Pages

miércoles, 12 de julio de 2017

Los compañeros de clase vertieron cabeza del pegamento, pero ella no se da por vencida.


Me ardía. Notaba como mi pelo se estuviera quemando. Fue espantoso

Cuando Hannah de 15 años de edad, salió de la escuela, sus compañeros corrieron hacia ella y le rociaron su cabeza con pegamento. El dolor, tanto físico como moral, era insoportable.
A pesar de que Hannah corrió a la enfermería del centro, los sanitario poco pudieron hacer por ella: le dijeron que la única solución pasaba por raparse la parte de la cabellera afectada. A pesar de que lloraba sin control, ningún profesor hizo ademán de pedir explicaciones al responsable del ataque. Solo cuando el padre de Hanna -un militar retirado- amenazó con llamar a la policía, las cosas se pusieron en marcha.

Después de las clases, Hannah acudió a un doctor que le diagnóstico quemaduras de primer grado en la cabeza. Para poder tratarlas, la joven tendría que raparse la mitad de la cabeza, algo que para ella era completamente traumático. “Era mi parte favorita de mi cuerpo. Amaba mi pelo. De verdad, era lo único que me gustaba de mí. Y lo he perdido por esto”, confiesa apenada la adolescente.

Al día siguiente, Hannah volvió a clase. Apenas había dormido por el dolor físico y mental. También tenía miedo de encontrarse cara a cara con su acosador. Pero una vez que pisó el instituto descubrió que el atacante había sido expulsado temporalmente. Aunque está decisión le alivió momentáneamente, Hannah supo que su gran deseo no se iba a cumplir: el director del centro le informó que el chico que le había tirado el pegamento iba a seguir siendo su compañero de clase.

Los padres de la víctima han iniciado una campaña para que el acosador sea expulsado de manera definitiva y que se matricule en otro centro alejado. Pero de momento no están teniendo mucho éxito.
En una peluquería de la ciudad, escucharon la historia de Hannah, y decidieron hacer un corte de pelo de estilo de forma gratuita.



Esto se publico en la pagina "Justice For Hannah"
Quiero hacer una diferencia. Esa es mi meta en la vida. Sí, he pasado por mucho. Sí, soy una adolescente pero suficientemente mayor para distinguir lo correcto de lo incorrecto. Soy mayor para ayudar a las personas que son abusadas e incluso para convertir a los abusadores en mejores personas. ¿Sabían que la mitad del tiempo el abusador no se da cuenta de que está haciéndole daño a alguien? Nosotros podemos cambiar eso.
La pregunta es: ¿Estás preparado para dar el paso?
No sé tu historia ni las ideas que tienes. ¡Puede tomar tiempo pero finalmente haremos una diferencia!
El niño, por lo tanto, podría volver al día siguiente a la escuela y así seguiría con su maltrato a Hannah. La madre de la menor no pudo soportarlo y decidió crear una página en Facebook para hacer justicia a su hija. En ella cuenta la situación además de fomentar el respeto que debe darse en las escuelas. El sitio se volvió popular y algunos medios lo citaron en sus plataformas.
Esto trajo consecuencias positivas, como por ejemplo que un estilista de la ciudad se ofreciera para arreglarle el cabello a la niña.
“La respuesta ha sido increíble. Hay comentarios de gente de Sudáfrica y gente de todas partes. La reacción ha sido sobrecogedora”
-Jessica Grimmer-
Finalmente el niño abusador tuvo que ser transferido a otro colegio. Hannah ahora usa las redes sociales para luchar contra el bullying y ha conseguido millones de aliados para la causa
Es muy bueno que los jóvenes tienen una meta en la vida. deseo buena suerte a Hannah y esperemos que sus palabras sean escuchadas por todos lados ...