Pages

martes, 14 de septiembre de 2021

Aguas lluvia.



Tradicionalmente, la lluvia en la ciudad se abordaba de manera simple: los planificadores de la ciudad intentaban llevar las masas de agua de las calles lo más rápido posible al alcantarillado de lluvia. Pero las alcantarillas ya no pueden hacer frente a la lluvia. El resultado es obvio: la inundación. Y con un alto grado de probabilidad, debido al calentamiento global, la cantidad de lluvia aumentará.



Alcantarillas en Japón

Y reconstruir todo el sistema de alcantarillado de la ciudad cuesta mucho dinero. Además, el agua absorbe sustancias nocivas del asfalto y el hormigón y las transporta a los cuerpos de agua urbanos.

Otros países enfrentan el mismo problema. El 29 de junio de 2017 pasó a la historia de Berlín: en 24 horas, la ciudad adoptó una lluvia de cuatro meses. Las calles se inundaron, el metro se detuvo, los aeropuertos se cerraron y, al anochecer, apareció en Internet un video de un peatón arrastrándose por la carretera. El desagüe de aguas pluviales no aguantó toneladas de agua y se declaró el estado de emergencia en Berlín.





El concepto de ciudad esponja desarrollado en China adopta un enfoque diferente: los arbustos, árboles y céspedes en techos, fachadas y lugares públicos absorben el agua de lluvia. Este enfoque ya se ha implementado en varios distritos de Berlín, el más famoso de los cuales es Potsdamer Platz en el centro de la ciudad. Allí, casi toda la lluvia que cae se acumula en el lugar, ni una gota entra al sistema de drenaje de agua de lluvia. Ya hay más de 18.000 techos verdes en todo Berlín.

La lluvia no solo alimenta las plantas, también enfría los edificios y ayuda a sus propietarios a ahorrar dinero en aire acondicionado. La oficina del alcalde planea introducir subsidios para los propietarios que reverdecen sus techos hasta el punto en que acumulen al menos el 60 por ciento de la lluvia. vía

Los techos verdes combaten el efecto isla de calor cuando la temperatura en la ciudad es mucho más alta que en los suburbios. La diferencia a veces alcanza los 15 grados, y en un día caluroso, el asfalto caliente puede tener una temperatura 30 grados más alta que a la sombra de los árboles. Además, pueden mejorar el aislamiento y la vida útil del techo. El agua de lluvia recogida se puede utilizar, por ejemplo, como sustituto del agua del grifo al regar o descargar inodoros.

China lanzó su programa de ciudades esponja en 2015. Se espera que el 80% de sus áreas urbanas absorban y reutilicen al menos el 70% del agua de lluvia.