miércoles, 4 de abril de 2012
El último asalto a Constantinopla en el año 1453.
Durante mucho tiempo hemos estado acostumbrados a la idea de que la toma de Constantinopla por los turcos fue una especie de apocalipsis, una tragedia, el colapso de la Segunda Roma, y el principal bastión del mundo cristiano, una amarga derrota, de la cual solo se debe llorar. Sin embargo, hay un ángulo de visión en la que el asalto a la ciudad es todo un triunfo, un motivo grande y glorioso para el orgullo naciona turco. Y la figura central en el asalto, su inspirador y organizador - el sultán Mehmet II - es el más popular en la Turquía moderna.
Echemos un vistazo al final de la Constantinopla bizantina, a través de los ojos de los vencedores.
fuente: periskop