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Fue encontrado en el fondo del mar sobre una antigua nave griega. Su aparente complejidad ha llevado a décadas de estudio, aunque algunas de sus funciones aún se desconocen. Recientemente, Rayos X sobre el dispositivo han confirmado la naturaleza del mecanismo de Anticitera y descubierto algunas funciones sorprendentes. Se ha descubierto que el mecanismo de Anticitera fue un ordenador mecánico de una precisión que se consideraba imposible en el 80 a.C., cuando se hundió la nave que lo transportaba.
No se pensaba que esta sofisticada tecnología fuese desarrollada por la humanidad hasta dentro de otros 1.000 años.
Sus ruedas y engranajes crean un planetario celestial que predice las posiciones de estrellas y planetas, así comoeclipses lunares y solares.
El mecanismo de Anticitera mostrado arriba tiene 33 centímetros de alto y es de tamaño similar a un libro grande.
Empleando técnicas de tomografía lineal, Michael Wright, especialista en ingeniería mecánica del Museo de Ciencia de Londres, ha realizado un nuevo estudio del artefacto. Wright ha encontrado pruebas de que el mecanismo de Anticitera podía reproducir los movimientos del Sol y la Luna con exactitud, empleando un modelo epicíclico ideado por Hiparco, y de planetas como Mercurio y Venus, empleando un modelo también epicíclico derivado de Apolonio de Pergamo.
No obstante, se sospecha que parte del mecanismo podría haberse perdido, y que estos engranajes adicionales podrían haber representado los movimientos de los otros tres planetas conocidos en la época: Marte, Júpiter y Saturno. Es decir, que habría predicho, con un grado apreciable de precisión, las posiciones de todos los cuerpos celestes conocidos en la época.
fuente: apod.nasa.gov
fuente: apod.nasa.gov