La boda fue realizada con todas las reglas: vestido blanco de la novia e incluso con beso incluido. La novia llevaba un vestido blanco. El novio después de la ceremonia besó mandíbulas de cocodrilo que, por razones de seguridad fue fuertemente vendada.
El alcalde Joel Vázquez Roja, de San Pedro Huamelula, México; se casó con una lagarta, para cumplir con un rito tradicional indígena destinado a traer suerte a los pescadores de la zona.
El reptil llamado la “Niña Princesa”, fue vestida de novia para la ocasión y además fue bautizada antes de contraer matrimonio.
El novio llevó hasta el altar al reptil vestido de blanco y con una flor en la cabeza. Y se encargó de besar el lomo a la novia, tras la ceremonia y los aplausos de los invitados. Pero como detalle importante, la lagarta tuvo que ser amordazada para que no mordiera a su esposo. Todo esto es un tradicional y antiguo ritual para atraer la abundancia de peces y mariscos en las redes de los pescadores.
“Con esta ceremonia se pide a la divinidad que haya abundante pesca, la principal actividad económica de los pobladores” del apartado municipio costero de San Pedro Huamelula, explicó Joel Vásquez.
La lagarta fue capturada expresamente para la ceremonia y a su fin fue liberada en un centro de conservación de fauna silvestre ubicado en la cercana ciudad portuaria de Salina Cruz (Oaxaca), sobre el océano Pacífico.
El alcalde Joel Vázquez Roja, de San Pedro Huamelula, México; se casó con una lagarta, para cumplir con un rito tradicional indígena destinado a traer suerte a los pescadores de la zona.
El reptil llamado la “Niña Princesa”, fue vestida de novia para la ocasión y además fue bautizada antes de contraer matrimonio.
El novio llevó hasta el altar al reptil vestido de blanco y con una flor en la cabeza. Y se encargó de besar el lomo a la novia, tras la ceremonia y los aplausos de los invitados. Pero como detalle importante, la lagarta tuvo que ser amordazada para que no mordiera a su esposo. Todo esto es un tradicional y antiguo ritual para atraer la abundancia de peces y mariscos en las redes de los pescadores.
“Con esta ceremonia se pide a la divinidad que haya abundante pesca, la principal actividad económica de los pobladores” del apartado municipio costero de San Pedro Huamelula, explicó Joel Vásquez.
La lagarta fue capturada expresamente para la ceremonia y a su fin fue liberada en un centro de conservación de fauna silvestre ubicado en la cercana ciudad portuaria de Salina Cruz (Oaxaca), sobre el océano Pacífico.