Charles Dunbar Burgess King - El presidente de Liberia (1920-1930)
Pasó a la historia con su victoria en las elecciones en 1927, donde recibió 235.000 votos. Mientras que en Liberia habia sólo 72.000 votantes registrados.
En esta situación, en 1927, el presidente Charles Dunbar Burgess King, el cual llevaba desde 1920 en el poder representando al True Whig Party (qué raro), se presentó a unas nuevas elecciones. En esta ocasión, el oponente sería Thomas J.R. Faulkner, representando al Partido Popular (no es coña, People's Party, en inglés) el cual, escindido del True Whig Party, pretendía oponerse a las tendencias dictadoras de King y parecía que podía ser un oponente de cierta entidad. Pero si algo tenía claro King era que iba a ganar las elecciones, sí o sí. Y sabía como hacerlo.
Ya en 1923, King se había enfrentado a otro candidato del Partido Popular y había ganado por 40.000 votos contra 7.000, un pucherazo en toda regla, ya que superaba de largo los aproximadamente 10.000 votantes registrados. Sin embargo, esta desviación del voto quedaría en una mera anécdota sin importancia respecto las votaciones de cuatro años después, en que la manipulación de las elecciones alcanzaría la categoría de Récord Guinness.
Para empezar, era costumbre entre los candidatos del True Whig Party el no estar más que dos legislaturas, pero a King el ejercicio del poder durante 8 años le sabía a poco y, saltándose todos los reglamentos de su partido a la torera, se presentó a un tercer mandato en 1927. Tanta era su "capacidad de convicción" que el partido aceptó sin oposición la voluntad de King.
Llegado el día de las elecciones, Charles D.B. King ganó sin bajar del autobús por unos incontestables 235.000 votos contra 9.000 de su opositor Faulkner, aunque claro... el sutil detalle de que eran tan solo15.000 personas las que tenían el derecho a voto en todo el país lo dejaban un poco mal. Faulkner denunció el fraude por activa y por pasiva, y puso en un brete a los jueces del partido Whig que estaban en el gobierno, los cuales tenían que dar las elecciones por buenas o por malas. Y es que, por ejemplo, en el condado de Bassa, había 3.000 votantes legales pero se habían inscrito 32.000 nombres, los cuales emitieron nada menos que 72.000 votos. Pero no era todo, ya que se habían imprimido más de 250.000 papeletas del ganador (40 veces el número de votantes y casi igual que toda la población del país) y se habían repartido por las calles en paquetes.