Que el afamado físico William Thomson (conocido más tarde como Lord Kelvin) tuvo múltiples anécdotas simpáticas que de él han trascendido. En su trabajo como profesor de filosofía natural, en la Universidad de Glasgow, labor que realizó durante 50 años.
Cierto día, incapaz de dar sus clases, colocó una nota en la puerta de la sala de conferencias que decía:
“Professor Thomson, will not meet his classes today”.
(El profesor Thomson no atenderá sus clases hoy).
A modo de broma, un díscolo alumno borró la “c” inicial de classes, con lo que la nota pasó a decir:
“Professor Thomson, will not meet his lasses today”.
(El profesor Thomson no atenderá a sus muchachas hoy).
Al día siguiente, cuando el bromista se reunió a hablar con sus amigos anticipando el resultado de su broma, se encontró para su disgusto con que el profesor se le había adelantado. Thomson había borrado una letra más, con lo que la nota pasó a decir:
“Professor Thomson, will not meet his asses today”.
(El profesor Thomson no atenderá a sus burros hoy).