Pierre André Latreille es considerado el padre de la entomología moderna. Hizo importantes mejoras en el sistema del reino animal; arácnidos correctamente identificados, divididos en clases de artrópodos, peces cartilaginosos identificados, monotremas, etc. Dio nombres a cientos de taxones y fundó la Sociedad Entomológica de Francia, de la que ocupó la presidencia hasta su muerte. Curiosamente, un escarabajo le salvó la vida.
En su juventud, Latreille estudió teología y se convirtió en diácono en 1780. Y luego comenzó la Gran Revolución Francesa, que estableció un nuevo orden eclesiástico: el Orden Civil del Clero. Un decreto de 1790 requería que el clero hiciera un juramento especial de lealtad al orden civil del clero. Muchos de los sacerdotes se negaron a hacer esto, creyendo que debían servir a Dios y no al estado. Se negó a prestar juramento y Latreille. Luego, un gran grupo de sacerdotes fue arrestado y enviado a prisión. La pena de muerte les esperaba a todos: el clero había logrado poner a toda Francia contra sí mismo durante cientos de años.
Antes de ser ejecutado, el condenado tuvo que someterse a un reconocimiento médico. Mientras el médico de la prisión examinaba a los prisioneros, se sorprendió al encontrar a Latrei mirando un escarabajo en el suelo de la mazmorra. Latreille explicó que era un insecto raro, identificándolo como Necrobia ruficollis (hueso de pecho rojo), el médico quedó impresionado y envió el insecto al naturalista local Borie de Saint-Vincent. Conocía el trabajo de Latrei y logró asegurar la liberación de él y uno de sus compañeros de celda. Todos los demás prisioneros fueron ejecutados.
Después de enfrentarse a la muerte, Latrei decidió mantenerse al margen de la política y dedicó el resto de su vida a la entomología.
Cuando Latreuil murió, la Sociedad Entomológica Francesa erigió un obelisco sobre la tumba de Latreille en el cementerio de Pere Lachaise con la inscripción "Necrobia ruficollis, salvadora de Latreille ".