Las exploraciones con georradar sugieren la presencia de dos espacios vacíos más allá de los muros norte y oeste de la cámara funeraria. Las exploraciones con un georradar especialmente modificado que efectuó el japonés Hirokatsu Watanabe a finales de noviembre de 2015 en la cámara funeraria de Tutankhamón sugieren la presencia de dos espacios vacíos más allá de los muros norte y oeste, ha informado hoy el Ministerio de Antigüedades de Egipto en un comunicado. El pasado verano, el egiptólogo inglés Nicholas Reeves detectó rastros de unas puertas que fueron tapiadas en su día en los muros norte y oeste y especuló con que podrían conducir a dos cámaras ocultas, una de las cuales alojaría la tumba de Nefertiti, la propietaria original de la tumba KV62. El proceso de escaneado no sólo ha confirmado esta posibilidad, sino que además ha revelado la presencia de materiales metálicos y orgánicos al otro lado de los muros.
El proceso de escaneado ha revelado la presencia de materiales metálicos y orgánicos
"Los resultados del georradar también parecen indicar la presencia de dinteles sobre los vanos de las supuestas puertas que debieron de dar acceso a las cámaras secretas", explica la nota de prensa. A finales de marzo se realizará un nuevo estudio de georradar para corroborar los primeros resultados y el 1 de abril se celebrará una rueda de prensa para anunciar los nuevos resultados. "Los próximos días resultarán decisivos para conocer más secretos de la tumba del rey Tutankhamón, un evento que podría ser descrito como el redescubrimiento del faraón dorado y que podría revelar el descubrimiento del siglo", ha expresado el ministro Mamduh el Damati. Reeves cree que la tumba KV62, concebida originalmente para Nefertiti, se volvió a abrir y se habilitó para dar cabida a Tutankhamón, quien murió inesperadamente a los 19 años de edad.
via:natgeo